viernes, 13 de febrero de 2009

A 50 SE ELEVA NÚMERO DE MUERTOS POR ACCIDENTE AÉREO EN ESTADOS UNIDOS



Un avión se estrelló contra una casa en cercanías del aeropuerto de Búfalo (Nueva York), pocos minutos antes de aterrizar y por causas aún desconocidas. Todos los ocupantes del aparato fallecieron, al igual que una persona que se encontraba en la vivienda.
La aeronave, de Continental Airlines, se empotró en el tejado de la casa y después estalló, originando un incendio que afectó a varias viviendas de la ciudad de Clarence, donde cayó, dijo el responsable de emergencias locales, David Bisonnette.

Sólo se aprecia "la cola del avión", un Bombardier Dash 8 Q400, bimotor y fabricado en Canadá, explicó Bisonnette, que también confirmó que dos personas con heridas menores y que no eran pasajeros del vuelo fueron trasladadas a un hospital.

La Compañía Colgan Air, que operaba el vuelo 3407 de Continental siniestrado, informó en las últimas horas que un piloto que no estaba de servicio viajaba también en ese avión, lo que eleva a 50 el total de víctimas mortales.

Los medios estadounidenses, además, han revelado que una de las víctimas de esta catástrofe aérea es Beverly Eckert, quien quedó viuda durante los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.

Eckert, que regresaba a su casa para festejar el 58 cumpleaños de su esposo muerto, se había convertido en una activista en favor de la seguridad de los estadounidenses y fue recibida la pasada semana en la Casa Blanca por el presidente Barack Obama, cuando reunió a un grupo de familiares de víctimas para explicarles los cambios decididos por su Administración en la lucha contra el terrorismo.

Se inicia investigación

El aparato había despegado a las 9:20 de la noche del jueves del aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) y se dirigía al de Búfalo, pero aproximadamente una hora después de su salida perdió la comunicación con la torre de control del aeródromo del que salió.

Bisonnette explicó que los servicios de emergencia han delimitado "un perímetro de seguridad que afecta a dos manzanas de casas" y "no se permite el acceso a nadie, excepto a un restringido equipo de seguridad".

"No queremos a nadie acercándose al escenario de la investigación", advirtió a la prensa, al tiempo que indicó que las fuertes llamas originadas tras el siniestro pudieron deberse a que el aparato llevaba 2,27 toneladas de combustible en sus tanques.

"Hace todavía mucho calor como para acercarse a la zona. El avión estaba llegando ya al aeropuerto para aterrizar, pero perdió el contacto con el radar y la torre de control", explicó.

Investigadores federales tratarán de recuperar las cajas negras del avión, informó por su parte Steven Chealander, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés).

Chealander explicó que esa agencia contará con 14 investigadores en el lugar del accidente para recabar evidencias que permitan determinar posteriormente las causas de esta tragedia.

"El avión volaba bajo"

Por su parte, un responsable del condado, Chris Collins, señaló que la casa contra la que colisionó el aparato "quedó totalmente destruida. También están afectadas otras viviendas de alrededor" y advirtió del peligro ya que "todavía queda combustible en el avión".

En la investigación participan, además de los servicios de emergencia y las autoridades locales y estatales, la Oficina de Información Federal (FBI), explicó la agente Laurie Bennet.

"Vamos a comenzar a entrevistar a algunas personas que podrían haber visto lo que ocurrió", dijo Bennett.

Las cadenas de televisión locales muestran desde Clarence las imágenes del incendio desatado en una zona residencial, con llamas de varios metros de altura.

Varios vecinos dijeron que habían sentido algo similar a un pequeño terremoto tras la colisión, mientras otros testigos, entrevistados por medios locales, aseguraron que vieron que el avión volaba bajo y que su ala izquierda iba algo desnivelada.

La página de Internet ‘liveatc.net', que emite las conversaciones del control de tráfico aéreo, difundió una supuesta comunicación radiofónica entre una de las pilotos de la nave accidentada y la torre de control de Búfalo.

En ella no se aprecia preocupación alguna por la situación del vuelo, pero sí se le pide a la piloto que vuele a una altura de 2.300 pies (700 metros).

Un minuto después de esa comunicación, el controlador de Búfalo intenta hablar de nuevo con ella, pero ya no obtiene respuesta, por lo que vuelve a intentar la conexión.

Al no conseguirlo, el controlador le pide al piloto de un avión de Delta que se encontraba cerca que mirara "a unas 5 millas a su derecha por un Dash 8 que vuela a 2.300 pies" y le pregunta si ve algo allí.

La respuesta del piloto de Delta es: "Negativo", según la conversación radiofónica emitida por Internet.

Un piloto, John Lucich, consultado por la cadena de televisión CNN, indicó que las conversaciones intercambiadas entre la torre de control y el avión seguían el procedimiento convencional y que el Dash "es un aparato sofisticado", preparado para condiciones climatológicas adversas.

En la zona se están registrando bajas temperaturas, con lluvia y fuertes vientos que podrían haber influido en el accidente cuyas causas aún no han sido aclaradas por las autoridades.

Nueva York (EEUU)

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