Imagen de la oficina de Stanford en Caracas, Venezuela. El ente regulador del vecino país dice que los inversionistas tenían en la isla de Antigua unos US$2.500 millones.
Es una cantidad importante de recursos que según los expertos ya se esfumaron. Esta firma es distinta a la comisionista que operó en el país y que se prepara para devolverles recursos a sus clientes.
La cifra ha sido suministrada por fuentes de la Superintendencia Financiera de Colombia. Y es que luego de que se conoció el escándalo de fraude de Stanford International Bank, cuya consecuencia fue la suspensión de actividades de la firma comisionista Stanford que opera en Colombia, queda la inquietud en los mercados y los inversionistas sobre qué va a pasar con los recursos que estaban allí depositados.
Este miércoles en la madrugada, la Superfinanciera informó que como consecuencia de la inactividad, la firma solamente podrá cumplir las operaciones y compromisos que tenía pendientes en el mercado de valores. En otras palabras, la compañía desde ayer no puede recibir recursos ni órdenes de los clientes sobre sus inversiones, y solo puede ejecutar operaciones que estaban pendientes desde antes.
Pero con los dineros que allá estaban depositados en algún tipo de activo, los usuarios tienen varias opciones. La primera, es abrir una cuenta en otro puesto de bolsa y solicitar a Stanford que haga el traspaso de las acciones y demás títulos. Esta operación no tiene ningún costo, en la medida en que las comisionistas no cobran por el ingreso o salida de una cuenta, pero con la nueva firma deben establecer el valor que deben pagar por la administración de los recursos.
Lo que debe quedar claro es que la comisionista no puede vender las acciones o cualquier otro tipo de activo para devolver el dinero en efectivo. Pero en caso de que el cliente haya depositado los recursos antes de la inactivación y la firma no haya alcanzado a adquirir el producto que solicitó el cliente, el reembolso sí es en efectivo.
De todas formas, fuentes consultadas por este diario que conocen el proceso, indican que la compañía no tiene ningún tipo de inconveniente en materia financiera, y que tiene cómo responderle a los inversionistas, pues los títulos están custodiados en el Deceval y en el Banco de la República.
El futuro de la compañía
Aunque con la suspensión de operaciones la firma comienza a 'marchitarse' a medida que devuelva los recursos, esto no es el fin, pues en cualquier momento puede reactivarse, sea para operar nuevamente o venderse. Conocedores del mercado sostienen que en esta situación el problema principal es la reputación de la compañía.
Es una cantidad importante de recursos que según los expertos ya se esfumaron. Esta firma es distinta a la comisionista que operó en el país y que se prepara para devolverles recursos a sus clientes.
La cifra ha sido suministrada por fuentes de la Superintendencia Financiera de Colombia. Y es que luego de que se conoció el escándalo de fraude de Stanford International Bank, cuya consecuencia fue la suspensión de actividades de la firma comisionista Stanford que opera en Colombia, queda la inquietud en los mercados y los inversionistas sobre qué va a pasar con los recursos que estaban allí depositados.
Este miércoles en la madrugada, la Superfinanciera informó que como consecuencia de la inactividad, la firma solamente podrá cumplir las operaciones y compromisos que tenía pendientes en el mercado de valores. En otras palabras, la compañía desde ayer no puede recibir recursos ni órdenes de los clientes sobre sus inversiones, y solo puede ejecutar operaciones que estaban pendientes desde antes.
Pero con los dineros que allá estaban depositados en algún tipo de activo, los usuarios tienen varias opciones. La primera, es abrir una cuenta en otro puesto de bolsa y solicitar a Stanford que haga el traspaso de las acciones y demás títulos. Esta operación no tiene ningún costo, en la medida en que las comisionistas no cobran por el ingreso o salida de una cuenta, pero con la nueva firma deben establecer el valor que deben pagar por la administración de los recursos.
Lo que debe quedar claro es que la comisionista no puede vender las acciones o cualquier otro tipo de activo para devolver el dinero en efectivo. Pero en caso de que el cliente haya depositado los recursos antes de la inactivación y la firma no haya alcanzado a adquirir el producto que solicitó el cliente, el reembolso sí es en efectivo.
De todas formas, fuentes consultadas por este diario que conocen el proceso, indican que la compañía no tiene ningún tipo de inconveniente en materia financiera, y que tiene cómo responderle a los inversionistas, pues los títulos están custodiados en el Deceval y en el Banco de la República.
El futuro de la compañía
Aunque con la suspensión de operaciones la firma comienza a 'marchitarse' a medida que devuelva los recursos, esto no es el fin, pues en cualquier momento puede reactivarse, sea para operar nuevamente o venderse. Conocedores del mercado sostienen que en esta situación el problema principal es la reputación de la compañía.
Visto en: PORTAFOLIO
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